sábado, 2 de agosto de 2014

Y la vida sigue...

Parece mentira cómo pasa el tiempo, como van y vienen antiguas y nuevas amistades, y como permanecen ahí los verdaderos amigos, pase lo que pase, aunque nos llevemos años sin vernos o sin hablarnos siquiera, cuando volvemos a reencontrarnos, estamos como si no hubiera pasado el tiempo, hablando tan normal y tan contentos de habernos reencontrado, y nos ponemos al día de lo que ha pasado en nuestras vidas el tiempo que hemos estado sin contacto.

Esos son los verdaderos amigos, los que, a pesar del paso del tiempo, siguen queriéndose y alegrándose de verse y de que a los demás les vaya bien, los que no tienen envidia de ti porque te vaya mejor que a ellos o hayas tenido suerte recientemente, y si te ha pasado algo malo o lo estás pasando mal, son los primeros que te quieren ayudar y animarte, a pesar de la distancia y del tiempo que haga que no os veis.

En mi caso, hay varias personas que están siempre ahí, a pesar de las adversidades y del tiempo que nos llevemos sin vernos, por causas del trabajo, estudios, familia, etc. Me gustaría agradecerles enormemente que sigan estando ahí a pesar de todo, me están demostrando día a día que son amigos de verdad y que puedo contar con ellos siempre que lo necesite.

Por otro lado, y gracias a una de mis mayores aficiones del mundo, seguir el Festival de Eurovisión, este año he podido conocer a gente maravillosa a la que quiero y aprecio un montón, y que espero y deseo que sigamos siendo tan amigos o más si cabe a partir de ahora. Me han devuelto la ilusión y me han hecho sentir que, aunque no vivamos en la misma ciudad o incluso en la misma provincia o comunidad autónoma incluso, hemos formado una gran familia eurofan y que no nos separará nadie, aunque a veces no pensemos igual o tengamos gustos musicales diferentes. Esa es la esencia de nuestra familia eurovisiva, que no somos iguales pero nos queremos y nos respetamos de igual modo.




¡Gracias a todos por todo lo que me aportáis en la vida sin saberlo, y gracias por estar ahí siempre que lo he necesitado!


Por otro lado, también debería destacar el tema de las amistades hipócritas (porque los que ya me conocen saben que yo doy una de cal y una de arena, como diría la gran Merche). Esas amistades que delante tuya y durante un tiempo te ponen buena cara, parece que son tus mejores de amigos de toda la vida, te hacen reír y planean contigo un millón de cosas. Pero que de buenas a primeras, un día se les cruzan los cables y ya no quieren saber nada más de ti, pero como no quieren quedar mal, hacen que tú quedes de mala persona y ellos de víctimas delante de los demás, llegando incluso a influir tanto en los demás, que consiga que muchos de te den de lado, demostrándote así que ni ellos ni los demás que se han dejado influir son tus verdaderos amigos.

Las personas que hacen eso, la verdad sea dicha, las quiero tener lo más lejos posible, porque solo hacen que, a la larga y en el fondo, lo pases mal. Te puedes reír durante un tiempo, pero cuando menos te lo esperas, ¡zasca!, puñalada por la espalda o a la cara, y se rompe la amistad de muchos años porque ya no le conviene a la otra persona ser más tu amigo. Esas personas que te conocen y que saben muy bien sacar lo peor de ti, saben donde pinchar para que saltes y parezcas un borde y un perturbado mental en comparación con ellos que lo tienen todo calculado y pensado para quedar ellos bien y tú mal. Son personas maquiavélicas, frías y calculadoras, que no tienen un pelo de tontas; saben muy bien lo que hacen, cómo lo hacen, por qué lo hacen y a quién se lo hacen.

Eso no lo comprenderé nunca. El por qué hay gente que hace esas cosas, que intenta aprovecharse de ti (no se sabe ni cómo ni por qué) y cuando ven que ya no les puedes aportar nada, te echan de su vida como a un perro, sin contemplaciones, y si más no cabe, insultándote e intentando hacer que encima tú quedes mal delante de los demás. A veces lo consiguen, pero otras veces no, porque a los verdaderos amigos no se les puede influenciar, todo lo contrario, hace que estén aún más a ti. Porque te quieren aun sabiendo cómo eres, y te aceptan con tus virtudes y tus defectos.


Quiero dar las gracias también a esas personas que me demuestran día a día que no merecen la pena, y que me enseñan a distinguir a la gente por su fondo, y a poder separar a la gente buena de verdad de la gente como ellos.
¡Muchas gracias por esta gran lección!


2 comentarios:

  1. Muy buenas reflexiones que se pueden sacar de este blog. Me ha gustado mucho tu entrada. ¡Enhorabuena!

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    1. Muchas gracias. Me alegro que te gusten las cosas que escribo.

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